(OTRO) FELIZ CUMPLEAÑOS (3m 3f)


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(OTRO) FELIZ CUMPLEAÑOS

www.euquefiz.com
(©Victor M. Sant’Anna 1988-2002)
Traducido al español por Fernando Garcia Fernadez fernando_garciaf@yahoo.com.br

Revisado por Vanina Schembari (@gmail.com)

Anotaciones (del 14 de junio – 2002):
Creo que escribí esta pieza de teatro en 1987, pero pudo haber sido también a comienzos de 1988. Si quisiera averiguarlo sería fácil pero, por el momento, esto no es tan importante.
En 1990, cuando comencé a reunir mis textos cortos, este texto pasó a ser parte de las «Piezas Anexas», aunque no fuese tan corto como debía.
Cuando Rui Eduardo leyó este texto en 1988, su sugerencia, la cual consideré óptima, fue que el personaje «chico» fuese sustituido por un muchacho o niño. Hoy, sin embargo, después de haber leído «Las Pelirrojas», escenificado por la Paisana Raggazzon y por Letícia Schwartz, se me ocurre que tener dos mujeres como personajes tampoco sería una mala idea, aunque la tristeza/soledad del personaje principal tienda más a ser una autodestrucción típica de un hombre, en mi opinión.

Victor

 

(OTRO) FELIZ CUMPLEAÑOS

(©Victor M. Sant’Anna 1988-2002)
Traducido al español por Fernando Garcia Fernadez fernando_garciaf@yahoo.com.br
Introducción

Los personajes:
Un joven cumpleañero solitario.
Chica – la «ex novia».
La madre del joven.
Una anciana – madre imaginaria.
Un hombre (padre de la chica) y
Un viejo – la muerte.

La pieza de teatro fue escrita solamente para tres actores: un actor para el cumpleañero, otro actor para los papeles masculinos y una actriz para los femeninos.

La escena: Del lado izquierdo, una ventana. Una mesa en el centro. Encima de la mesa dos velas, un plato,  unos cubiertos y un jarrón de flores. A la derecha y al fondo, un sofá. A la derecha, una puerta.
    ESCENA I

Un joven prepara la mesa para la cena. En la mesa hay velas y un jarrón de flores. Suena el timbre. Entra una chica.

CHICA – (Besando al muchacho). ¿Mejor?

JOVEN – Un poco… aún me duele la cabeza y siento un gusto amargo en la  boca. (Se sientan en el sofá).

CHICA – ¿Recuerdas aquella vez que fumaste? También quedaste así…

JOVEN -(Se levanta nervioso). Está todo mal. (Se queda en silencio un momento y después se gira hacia ella). Será mejor que te vayas ahora.

CHICA – ¿Por qué? ¡Vine aquí para verte! ¿No puedes olvidar el pasado ni siquiera por un instante?

JOVEN – (Se sienta en una silla cerca de la mesa y permanece de espaldas a la chica). Yo te amo. Todavía. (Baja la cabeza y después continúa hablando). Ayer intenté cortarme las venas. (Mira sus propias manos). Estaba tan solo…

CHICA – (Se levanta y se acerca a él. Habla como si no hubiese oído sus palabras). ¿Cómo está tu madre? ¿No te ha venido a ver? (Coloca la mano sobre su frente). Déjame ver si tienes fiebre. ¡Ay qué caliente estás! ¡Creo que lo mejor será que te vayas a la cama!

JOVEN – (Levantándose). Me siento tan solo últimamente… nada tiene sentido… ¿Me da mucha desesperación, sabes? Me acosté en la cama y me quedé dando vueltas de un lado al otro, pero no conseguí dormir. Me quedé pensando en nosotros… fue entonces cuando intenté matarme. Quería ver la cara de todos ustedes mirándome, con esa desesperación, yo muriendo y ustedes diciendo: «Pobre, estaba tan solo, ¿por qué no hicimos algo por él?»

CHICA – (Había empezado a guardar la vajilla) ¿Tienes té? Es bueno para la fiebre. (El joven se acuesta en el sofá y la chica prepara el té). Hubo una época en la que pensé que podíamos ser amigos. Tonterías mías. Siempre fuimos diferentes. Independientemente de que tú me gustabas, yo…

JOVEN – (Sentando en el sofá). ¡Bésame! ¡Un último beso!

CHICA – ¿Ves? ¡Te lo dije! ¡Ya lo sabía! (Baja la cabeza. Se queda en silencio. Después va saliendo despacio). Mi novio me está esperando. (Sale).
    ESCENA II
El joven está fuera de escena. Un viejo aparece agarrando un libro.

VIEJO – (Revisa una de las velas, abre el libro y anota). Vela. (Mira la otra vela y anota). Dos. (Va repitiendo lo mismo con otros bártulos). Silla. (Revisa bien cada una). Dos. Mesa. (Va hasta el sofá). Sofá. (Se sienta como si estuviese probándolo). Blando. (Anota. Después, cierra el libro y los ojos).

JOVEN – (Entra de repente y se sienta a la mesa). ¡Adelante! (Habla como si hubiese oído a alguien en la puerta).

VIEJO – (Se levanta y coloca el libro sobre la mesa, frente al muchacho). Firma. (Le ofrece un bolígrafo y abre el libro en una página determinada).

JOVEN – (Se levanta de la silla y se acuesta en el sofá).
VIEJO – (Cierra el libro, decepcionado. Sale de escena lentamente).
    ESCENA III
Una señora llena de joyas entra apresuradamente. Es la madre del muchacho.

MADRE – ¡Mi hijo! (Se sienta en el sofá, al lado del muchacho, que ahora está acostado). ¿Qué pasó? ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me haces sufrir así? ¿No te da pena tu madre? ¿Yo siempre estoy cuidándote y es así como tú me tratas? Apenas lo supe, vine corriendo. ¿Estás necesitando algo? ¡Habla! ¿Vine hasta aquí y es así como me recibes?

JOVEN – (Sentándose). Madre, yo…

MADRE -(Se levanta y va hasta la mesa). ¡Hijo! ¿Quién estuvo aquí? (Después, se sienta a la mesa y, encendiendo una de las velas, empieza a rezar en voz baja).

JOVEN – (Levantándose rápidamente). ¡Para con eso! (Llega cerca de la madre y empieza a gritarle furiosamente) ¡Detente! ¡He dicho que te detengas! ¡Basta! ¡Basta, en serio! ¡Para, por favor! ¡Por favor, madre! (Empieza a desesperarse, casi llorando. Empieza a implorar). ¡Para con eso, madre! ¡Por favor! ¡Por favor, madre! ¡Por favor! (Se arrodilla, llorando).

MADRE -(Para de rezar y se persigna. Mira al muchacho). Levántate, hijo. Ese suelo frío te va a hacer mal. Vete a la cama ahora. Cuando regrese te voy a traer un regalo, ¿está bien? (El joven se sienta en el suelo. la madre enciende una segunda vela en la mesa y empieza a cantar «Cumpleaños Feliz»).

JOVEN – (Se levanta al final de la canción y apaga una de las velas). Adiós, madre. (Va hasta el sofá y se acuesta).

MADRE -(Apaga la otra vela, da unas vueltas por detrás del sofá y se para. Se queda mirando al hijo por algunos instantes). Adiós, hijo. (Sale con la cabeza baja).
    ESCENA IV
El joven y un hombre conversan sentados en el sofá.

HOMBRE – ¿Debo pagar ahora?

JOVEN – No, no es necesario. Pague cuando quiera.

HOMBRE -(Sacando un bolígrafo y la chequera). Es mejor pagar por adelantado. (Rellena el cheque). ¿Está todo correcto? (Muestra el cheque y lo entrega).

JOVEN – Sí, está bien. Gracias.

HOMBRE – Entonces es una clase por semana. Voy a traer a Diana, está esperando abajo, en el coche. (Sale).

JOVEN -(Se levanta, va hasta la mesa y coloca el cheque dentro del libro).

HOMBRE -(Entra con la chica de la ESCENA I). Yo vuelvo en una hora. (Se acerca a la chica, la besa y sale).

CHICA – Hola. (Se aproxima al joven. Se recuesta en una silla).

JOVEN – Hola. Déjame ver tus libros. (Se sientan. Él abre y revisa cada libro).

CHICA – (Mira el lugar. se levanta). ¿Podemos estudiar en el sofá? Estoy cansada, pasé todo el día sentada en una silla.

JOVEN – ¡Desde luego! (Se levanta y se sienta en el sofá). ¡Siéntate!

CHICA – (Sentándose). Es desde la lección tres…

JOVEN -(Muestra la página, agarrando el libro con una mano; la otra mano él la coloca sobre la pierna de ella, pero sin demostrar cualquier intención). ¿Esta página?

CHICA – (Se sorprende, sin saber que hacer).

El hombre entra por la puerta y los sorprende.

HOMBRE – Diana, olvidé de… (Ve al joven sacando la mano). ¿Qué es..? ¿Qué es esto? ¿Qué está sucediendo?

JOVEN – No, es que…

HOMBRE – ¡Diana, baja ya!

La chica sale de escena.

JOVEN – Yo no…

HOMBRE – ¡Cállate la boca! ¡Sinvergüenza! ¡Hijo de puta! ¡Debería darte una paliza!

JOVEN -(Comenzando a desesperarse). No, yo no tuve…

HOMBRE – ¡Voy a llamar la policía! (Sale por la puerta).

JOVEN -(Se sienta en el sofá y se cubre el rostro con las manos. Se levanta, abre el libro, rompe el cheque  y cierra el libro. Se sienta en la silla y baja la cabeza apoyándola sobre la mesa). ¡Maldición!

(La luz se posa solamente en él. Levanta  la cabeza, enciende las dos velas y baja la cabeza otra vez).
    ESCENA V
Una anciana tiene una sábana y un pijama (la camisa de un pijama) y está de pie, detrás del joven (que está en el sofá). Habla (o canta) caminando alrededor de él.

«No temas a la oscuridad
que la oscuridad no es nada.
No tengas miedo de la nada»

«Lo que parece tenebroso
Quizá no sea lo que aparenta.
Lo que aparenta desagradable
Quizá no sea lo que parece.»

«No temas a la oscuridad
Que la oscuridad no es nada.
No tengas miedo de la nada»

La anciana le saca la camisa y lo viste con el pijama. Después lo toma de la mano y lo acuesta en el sofá. Lo cubre con una sábana. Lo besa tiernamente, va hasta la mesa y apaga una de las velas. Sale. Él se levanta, va hasta la mesa, canta «Cumpleaños Feliz» y apaga la otra vela sobre la mesa. Vuelve al sofá.
    ESCENA VI
El joven está sentado en el sofá. Sentado en la silla, leyendo el libro, está el viejo. El joven se acuesta y se sienta, gira de un lado al otro y respira como si estuviese teniendo una pesadilla o como si no consiguiese dormir. Por fin, se sienta en el sofá.

JOVEN – (Al viejo) Estoy solo. Estoy muy solo.

VIEJO – ¿Dónde están todos?

JOVEN – Se fueron. Hace mucho tiempo que nadie viene.

VIEJO – ¿Tu madre?

JOVEN – No tengo madre.

VIEJO – ¿Tus amigos?

JOVEN – Se fueron. Se fueron a pasear. Están donde quieren estar: Europa.

VIEJO – ¿Europa?

JOVEN – Me gustaría morir. (Se levanta y toma un cuchillo que está encima de la mesa. Teatralmente, finge cortarse las muñecas).

VIEJO – Me tienes a mí. ¿No quieres ir a pasear conmigo?

JOVEN – ¿Contigo?

VIEJO – Está haciendo frío. Cierra la ventana y ven. (Abre el libro y hace algunas anotaciones).

JOVEN – ¿Cerrar la ventana?

VIEJO – (Extiende la mano ofreciéndole un bolígrafo al joven del otro lado de la mesa y gira el libro hacia él)

(La luz disminuye y el foco se cierra sobre el bolígrafo. Se queda así un momento.)
    ESCENA VII
La chica entra corriendo. El joven está en el sofá.

JOVEN – ¡Hola!

CHICA – (Diciendo palabras aparentemente sin sentido). Resumiendo un poco la cosa, esto es un gran delirio, pobremente amado por la madre que tanto quiso que fuese dulce y tierna y así abandonado en su propio cumpleaños, lo celebra solo, delirando artificialmente…

JOVEN – (Sentado). ¡No entiendo nada! ¿Qué haces aquí?

CHICA – Vine a decirte (y baila por el escenario alrededor del sofá) que siempre habrá alguien que te ame y no solo yo. Todos los que te despiden no saben que tú te vas, no quieren tu partida y estarán siempre junto a ti.

JOVEN – Creo que no soy yo el que está delirando…

CHICA – ¡Yo te amo! ¿Es tan difícil de entender? ¡Vine para tu cumpleaños! ¡No quería verte solo! (Se aproxima a la mesa y enciende las velas). Te amo desde el momento en que nos conocimos. ¿Recuerdas aquellas clases? (Se acerca a él y lo besa en la frente) ¡Ven! (Lo empuja hacia la mesa. Cantan «Cumpleaños Feliz» y apagan una vela cada uno. Sale despacio).

JOVEN – ¿Dónde vas?

CHICA – Sin embargo…el delirio dura poco. (Vuelve a abrazarlo un momento más y sale).
    ESCENA VIII
El joven enciende las velas. Las muñecas están sucias de sangre. Empieza a cantar «Cumpleaños Feliz». El viejo entra y se sienta en una silla. El joven termina de cantar y se sienta en la otra silla. Está muy contento.

JOVEN – ¡Fue el mejor cumpleaños de mi vida!

VIEJO -(Toma el libro, lo abre, lo revisa y lo cierra satisfecho. Toma el bolígrafo que estaba sobre la mesa y lo guarda. Sonríe). ¿Ah, sí?

JOVEN – Las personas que más amo estuvieron aquí conmigo.

VIEJO –  ¿En serio?

JOVEN – ¿Qué más puedo pedir?
VIEJO – ¿No quieres dar una vuelta conmigo?

JOVEN -(Levantándose y acostándose en el sofá). No. Está muy frío.

VIEJO – ¡Cierra la ventana! ¡Así vas a enfermarte! ¿Quieres morir de neumonía?

El joven se levanta y va hasta la ventana. Mira hacia afuera. Se sienta. Tiene un pequeño mareo y casi se cae. Luego se recupera. El viejo empieza a cantar «Cumpleaños Feliz», en voz muy baja. Después apaga las velas.

    ESCENA IX

El joven está cerca de la ventana y el viejo está sentado a la mesa.

JOVEN – (Cerrando la ventana y mirando para atrás). Parece que va a llover esta noche.

VIEJO – Llueve y hace frío en esta época.

JOVEN – La lluvia es tan buena a veces. (Se sienta en una de las sillas y toma el libro que estaba en la mesa). Recuerdo cuando era pequeño y llovía mucho y yo no tenía que ir a la escuela. ¡Cómo me gustaba! (Hojea el libro). ¿Qué libro es este?

VIEJO – ¿No sabes? ¿No te imaginas? ¿Ni un poco?

JOVEN – (Balanceando la cabeza). No. ¿Quién lo trajo?

VIEJO – Cierra los ojos.

JOVEN – (Pone el libro sobre la mesa y obedece).

VIEJO – Piensa en la lluvia que caerá esta noche. Imagina la lluvia cayendo en el tejado (El viejo se levanta y toma el libro colocándolo sobre el regazo del Joven). Imagina el viento y la lluvia allá afuera…

JOVEN – (Aún con los ojos cerrados). Siento frío. Siento frío.

VIEJO – (Abraza al joven por detrás, tiernamente). Tenemos que irnos antes de que llegue la lluvia. (Da un paso en dirección a la puerta. Le extiende la mano al joven).

JOVEN – (Abre los ojos y sonríe).

VIEJO – Ven…

El joven se levanta y le da la mano al viejo que lo lleva a la puerta.


©Victor M. Sant’Anna 1988

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